La primera vez que vi Brazil me sentí confuso, como si alguien acabase de contarme un mal chiste y no se produjese risotada alguna… El ejercicio burocrático, papeles y números te representaban, decían si estabas vivo o muerto, y sin ellos el hacer humano estaba condenado a la desesperación y a un vacío legal, a la nada absoluta. Los mismos que manejan esas inagotables filas de expedientes, registros de entrada de documentos y certificados saben que un mal paso, una firma en el momento o el lugar equivocado y el mismo sistema se encargará de ajusticiarlos con mano severa.
Los pocos momentos graciosos de la película, ese funcionario peleándose con otro para que le deje su trozo de mesa o por un ordenador son fiel reflejo de una lucha por no cair en la nada convirtiéndose así en la materia orgánica que mantiene vivo ese ciclo en el que ya no hay lugar para los humanos, donde las técnicas de marketing, los codazos y las tácticas empresariales vuelan más alto que toda aspiración humana…
Telefónica S.A. es la viva imagen de “Obtención de información”, aquel monstruo de cemento en el que se movían incesantemente datos. La política empresarial de Telefónica roza tal patetismo, tal ceguera ante los problemas humanos que me sorprende que no se haya derrumbado hace tiempo, con cemento y personal incluido... ¡que personal tan inepto joer!... Parecen casettes sonando con el mismo tono meloso, me llaman un día y me dicen: “¿está contento con el servicio ofrecido por Telefónica S.A.?”… Y yo pensando para mis andentros: “si le digo que no ¿servirá de algo?”... “Si le digo que la línea se cae cada dos por tres vendrá un técnico a mirar el cable picado que veo desde la ventana o me dirá que llame a otro departamento?” Un conocido que trabajaba en el sector me dijo en un tono muy serio: “lo que deberías hacer si te va a ratos es coger un mechero y quemar el cable tú mismo, así te lo cambiarán”... Y yo, iluso que soy me reí, pero él no se reía, ni un poco vamos… Telefónica a parte de tener una larga tradición con mi familia tiene además un poste en medio de la finca, un poste que por lo visto para moverlo harían falta sudor y lágrimas ;-)…
Hace unos días fui hasta Vodafone y dije adios a Telefónica S.A. (el club donde nadie se entera de nada), ya cambiado de compañía me llaman y me dicen en el siempre tono amoroso: “¿estaría usted interesado en un mini router totalmente gratuito?... Información Central ataca de nuevo aunque por lo visto no me echan de menos en su base de datos.
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